Veneno hasta los huesos

Se ha aprobado un decreto en el que se reconoce oficialmente el Parkinson (segunda patología neurodegenerativa tras el Alzheimer en Francia) como una enfermedad profesional debido al uso de los pesticidas por parte de los agricultores, que desarrollaron la enfermedad en menos de un año después de que usaran los pesticidas. 

Poco a poco, en menos de 10 años se han reconocidas 5 enfermedades vinculadas al uso de pesticidas en Francia. De las cientos de patologías diagnosticadas a los agricultores cada año, más del 90% son trastornos músculo-esqueléticos, segun el diario Le Monde. 

Entre las enfermedades reconocidas en agricultores, se encuentran: la enfermedad de Lyme, el tétano o incluso la hepatitis. También desde 1955, el arsénico fue reconocido como causante de irritaciones, intoxicaciones o cáncer; y desde 2003 el benceno como producto canceroso y el PCP fue prohibido en pesticidas. 

Así, en relación con esto: Polonia, Bélgica, Gran Bretaña, Bulgaria, Francia, Alemania, Irlanda y Eslovaquia han prohibido el uso del maíz transgénico MON810 (de Monsanto) que contiene un potente pesticida y al que se le vincula con la destrucción de la salud humana produciendo una amplia gama de dolencias y la devastación de las poblaciones de abejas en el continente. Sin embargo en España se cultiva y por ahora, se seguirá cultivando.

La empresa de Monsanto controla más del 90% de las simientes transgénicas y pesticidas a nivel mundial. La cadena televisiva Arte France en colaboración con entidades canadienses han realizado un documental “El mundo según Monsanto” donde se presentan casos de: envenenamiento de pueblos enteros de etnia negra en EEUU; la declaración pública de componentes del gobierno de Bill Clinton de que estaban informados de muchos de los sucesos; catedráticos de Reino Unido expulsados de su Universidad tras llegar a conclusiones indeseables para la empresa en sus investigaciones, la quiebra de las familias indias y un largo etcétera. 

Pero el problema se halla en que la mayoría de las enfermedades se manifiestan diez, veinte y a veces treinta años después del uso del producto. Por lo que esto es un paso más ante la ley del silencio con la que vive la gente, tomando más conciencia de los efectos de los productos fitosanitarios sobre la salud de los agricultores, que prácticamente comienzan a emerger.

Manuel González Macías