Maathai lega su herencia verde

Wangari Maathai falleció el domingo en Nairobi a los 71 años de edad. Tras sí ha dejado su alto cargo en el ministerio de medio ambiente de Kenia, un Premio Nobel de la Paz y un legado social y ecologista de incalculable valor.
 

Parte de esa herencia ha quedado recogida en nuestra ciudad por la Asociación de Mujeres Ecologistas “Wangari Maathai”. Teresa Rojo, presidenta de esta agrupación, recuerda que Maathai fue “la primera mujer de Kenia en obtener un doctorado en biología” y que eso “le permitió salir a Estados Unidos para seguir formándose”.
 

La presidenta de la asociación, que imparte sociología en la Universidad de Sevilla, subraya que “su legado se basa en la experiencia vital y los gestos sencillos. Su toma de conciencia comenzó cuando vio que cerca de su casa se había secado una fuente y que la causa directa era que habían arrancado una higuera… Así fue como comenzó el Movimiento Cinturón Verde”, que ha plantado ya más de 47 millones de árboles en todo el mundo.
 

Pepa Alonso, secretaria de la asociación, afirma que la tomaron “como ejemplo, porque es una destacada figura que logró que el medio en el que vivía se recuperara con la plantación de árboles y que se hiciera visible el trabajo de las mujeres”. Y es que Wangari Maathai, subraya Teresa Rojo, luchó por que esas reforestaciones fueron realizadas por “las mujeres de los pueblos, consiguiendo así un doble efecto: la concienciación local y el empoderamiento de las mujeres”.
 

La profesora de la US afirma que con el Premio Nobel a Wangari Maathai “se reconoció que la acción de plantar árboles es un acto de paz: a más agua y más recursos, menos conflictos”.
 

Dese 1977, el Movimiento Cinturón Verde ha plantado 30 millones de árboles en África Central y ha sembrado su semilla a lo largo y ancho de todo el planeta. Como gesto de despedida a la Nobel, la asociación ecologista “ha difundido información a todas las asociaciones de mujeres de Sevilla para que, en su siguiente asamblea, incluyan un recorrido por la ciudad, durante el cual se proponga plantar árboles de diferentes especies. Después le mandaremos un escrito al ayuntamiento con las recomendaciones”.
 

La asociación sevillana, creada en 2005, mantiene así la línea de Maathai: sensibilizar a las mujeres en materia ecológica y formar a las mujeres para el liderazgo ambiental. Como señala la propia Alonso, la asociación permite que “mujeres con inquietudes sociales puedan mejorar la calidad de vida de nuestro barrio, nuestra ciudad” y subraya que, para eso, necesitan “estar formadas e informadas en ecología, porque juntas podemos hacer muchas cosas”.

Alejandro Ávila