Los agentes que provocan la degradación de la madera son múltiples ya que numerosos tipos de insectos y hongos hacen del leño su fuente de alimentación e incluso su hábitat. Un ejemplo de esto son las termitas (también conocidas como hormigas blancas), que se alimentan de madera con la ayuda de bacterias y protozoos que viven, en simbiosis, dentro de su aparato digestivo.
Este material leñoso forma parte de prácticamente todos los elementos estructurales y del mobiliario habitual de una casa. Por lo tanto, las termitas tienen importancia como plaga en madera, papel y cartón de estructuras, obras de arte y productos almacenados.
Su peligrosidad radica en su huida de la luz. Su presencia no se percibe con una inspección superficial ya que la parte externa de las piezas de madera es respetada cuidadosamente por las termitas. De esta manera la alarma (siempre tardía) se produce con la caída de alguna viga o con el hundimiento de algún marco cuando la infestación es ya importante.
Las termitas son insectos sociales que viven en colonias más o menos grandes en función de la especie y donde pueden distinguirse diferentes castas en la población (principalmente obreras, soldados, pareja real y reproductores secundarios o neoténicos), teniendo cada una de ellas unas funciones bien definidas.
Belén Cano
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