La berlinale lucha contra el cambio climático

Welcome to Holywood… un momento, ¿la meca del cine no se escribe con dos eles? ¿y no estamos en Berlín? Así es, pero el cartel, ubicado en pleno Tiergarten berlinés, forma parte de la campaña que ha iniciado la Berlinale contra el cambio climático: la plantación de árboles ‘sagrados’, es decir, ‘holy wood’.

La metrópolis alemana da así un paso decisivo para que la Berlinale, uno de los festivales de cine más importantes del mundo, no sea un agente más del cambio climático. Para luchar contra esto, medirá a lo largo de esta 61ª edición el impacto ambiental del festival (en emisiones de dióxido de cárbono) y con esos resultados hará un cálculo de la cantidad de árboles que es necesario plantar.

 
Su programación, como viene siendo tradicional desde hace años, sigue estando plagada de títulos relacionados con el cambio climático, el despilfarro de recursos naturales o las catástrofes ambientales. No es sólo que la Berlinale esté muy preocupada con el tema, que también, sino que la propia industria cinematográfica (sobre todo, los sectores más independientes) no para de sacar títulos donde se ponen de relieve los graves problemas del planeta.

Paula Casado, responsable de prensa de la sección “Cine culinario. Alimentación y Medio Ambiente”, subraya que Berlín es “el único festival de clase A que tiene una sección así”. Documentales como ‘The Pipe’ (Risteard Ó Domhnaill) o ‘Taste the Waste’ (Valentin Thurn), que forman parte de la programación de este año, certifican el compromiso del festival con la sostenibilidad.

 
‘The Pipe’, seleccionada para los prestigiosos premios Cinema for Peace, narra la lucha de un pueblo irlandés contra la construcción de un oleoducto que ha de cruzar su zona (protegida) de pesca y sus tierras de cultivo. Domhnaill demuestra cómo personas normales, que simplemente protegen su hogar, son convertidas por los medios de comunicación en “terroristas” y cómo la democracia “se subvierte y el estado protege con el ejército y la policía a Shell, en vez de a los ciudadanos”.

“Más de la mitad de nuestros alimentos terminan en la basura”, “con la comida que Estados Unidos y Europa tira cada año, se podría alimentar tres veces a las personas hambrientas”… Así de contundente se muestra, por su parte, “Taste the Waste”. Su autor, Valentin Thurn, invita así, con impactantes frases e imágenes (contenedores repletos de alimentos sin caducar, excavadoras rodeadas de alimentos…), a que el espectador recapacite sobre una sociedad que malgasta de un modo absurdo sus propios recursos alimentarios.

Berlín le pone la guinda a este “pastel” con una película que pugna por el Oso de Oro: ‘Innocent Saturday’ (Alexander Mindadze), una coproducción de Europa del Este que narra el desesperado intento de un funcionario de Chernobyl por avisar a los habitantes de la terrible tragedia que se cierne sobre ellos.

Alejandro Ávila (Berlín)


Más información y trailers en:
http://thepipethefilm.com/
http://tastethewaste.com/info/film