Julián Lebrato Martínez

CENTRO
Escuela Universitaria Politécnica
FUNCIÓN
Catedrático de Ingeniería Ambiental y Tratamiento de Aguas

Las aguas contaminadas matan cada año a 1,8 millones de niños a lo largo y ancho del planeta. La diarrea, el cólera, el tifus y otras tantas enfermedades transmitidas a través del agua siguen siendo letales para los “sin grifo”… esos 900 millones de ciudadanos planetarios que viven sin acceso al agua potable.

La magnitud del problema obliga a Julián Lebrato Martínez, catedrático de la Escuela Universitaria Politécnica de Sevilla, a no andarse por las ramas: “la gente no puede pisar aguas negras”.

Pero… ¿cómo se planta batalla a esas aguas negras que siembran la muerte a su paso? La ingeniería de aguas posibles parece ser la solución: “un sistema de agua que la gente puede construir con sus propias manos y con objetos de su entorno”.

Entre una solución cara (“tuberías de PVC”) y no hacer nada (“seguir pisando aguas negras”), Lebrato ha ideadoesta tercera vía que “hace circular el agua entre piedras”, impidiendo así que se pudra, se atasque y se desborde en la mismísima ‘calle’.

Su sistema no ha quedado en papel mojado: los investigadores del grupo TAR ya han puesto en práctica sus conocimientos en Managua (Nicaragua) y Carrión de los Céspedes, “donde llevamos ya dos años sin atasco”. El catedrático Julián Lebrato asegura que “la Universidad Pública tiene que trabajar para el 100% de los habitantes del planeta”.

El ingeniero sevillano insiste en que “el problema del agua está técnicamente solucionado” y que  “el mayor reto al que nos enfrentamos es que todo el mundo tenga agua digna para beber”. “Hay que desenmascarar a los dueños del agua del planeta: las multinacionales de bebidas”, concluye Lebrato.