La creciente demanda de palmeras para su uso ornamental ha permitido el florecimiento de numerosos viveros de palmeras y de nuevas plantaciones en toda la costa mediterránea. El problema ha surgido cuando se ha visto la necesidad de controlar determinadas plagas de palmeras en zonas urbanas requiriendo métodos más selectivos y eficientes y menos contaminantes para el medio ambiente.
En la actualidad, el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es la principal plaga de palmeras en el Medio Oriente y en el Mediterráneo (Llácer et al, 2009) y puede convertirse en una plaga, bastante seria, en América (EPPO, 2009). Esta especie se alimenta de los tejidos blandos de la mayoría de las palmáceas; pero la palmera canaria (Phoenix canariensis) es el huésped favorito del picudo rojo en la cuenca mediterránea (Abe et al, 2009).
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Jarabe verde para frenar al picudo
