REEMPLAZA las bombillas tradicionales por las de bajo consumo (fluorescentes compactas). Consumen la cuarta parte y duran entre 5 y 10 veces más, dando la misma calidad de iluminación. Es cierto que son más caras, pero a largo plazo sale más barato: por la suma de las bombillas incandescentes que tendrás que comprar en el mismo periodo, y por el incremento en el consumo hasta 4 veces superior. HÁBITO MUY RECOMENDABLE.
REEMPLAZA los fluorescentes tradicionales de 30 o 38 mm por los más modernos de 26 mm. Tiene menor consumo y utilizan menos materias primas en su construcción.
REEMPLAZA los cebadores magnéticos tradicionales de los fluorescentes por los electrónicos más modernos. De este modo podrás apagarlos siempre que no los necesites sin incrementar su consumo y consiguiendo, además, mayor calidad de iluminación con menor parpadeo y encendido instantáneo. ¿cómo puedes saber qué tipo de cebador es?… Muy fácil, si es pesado en relación a su tamaño, es de los antiguos.
REDUCE. En algunas estancias existen más bombillas de las necesarias para iluminarlas. Plantea la posibilidad de aflojar alguna de las bombillas que son innecesarias. Típicamente se da esta circunstancia en algunos ascensores, entradas y vestíbulos de edificios, que más parecen camerinos y pasarelas de espectáculos.
REEMPLAZA. Siempre que sea posible, instala interruptores parciales para iluminar sólo las zonas en las que lo necesites, y moduladores de intensidad para adecuar la intensidad lumínica a tus necesidades. En este último caso asegúrate que no son del tipo “disipadores de calor”, que no reducen el consumo e incrementan la temperatura de la estancia. Infórmate en tu proveedor.
REEMPLAZA. En los aparatos y lugares donde no es posible o no es recomendable usar bombillas de bajo consumo, procura reemplazarlas las incandescentes por otras de menor consumo como son las bombillas halógenas o las halógenas metálicas, entre otras.
REFLEXIONA y REPARA. Como criterio general antes de sustituir cualquier electrodoméstico o aparato que se haya estropeado, plantéate e infórmate acerca de su Reparación. Puede que te salga más barato y, además, estarás contribuyendo a Reducir el consumo de las materias primas y la energía necesarias para la fabricación de un artículo nuevo.
REFLEXIONA, RECHAZA y REEMPLAZA. Cuando necesites comprar algún aparato nuevo no olvides consultar su consumo energético. Invierte en aparatos con alta eficiencia energética, a la larga salen más baratos: calcula la diferencia que supondrá en el recibo de la luz y la vida media del aparato y contrasta los datos, Además de ser más beneficioso para el medio ambiente es mejor para tu bolsillo.
RELEXIONA ¿Te has preguntado alguna vez cómo es posible que productos y artículos procedentes de la otra parte del mundo sean más baratos que los locales o los fabricados o producidos en regiones mucho más cercanas? Esta aparente paradoja sólo se explica porque muchas multinacionales explotan a los trabajadores del tercer mundo (bajos salarios y carencia de protección laboral) y exigen la supresión de cualquier medida de protección medioambiental y de aranceles aduaneros a los productos que ellas importan.
¿SABÍAS QUE… el frigorífico supone en torno al 25-30% del consumo energético anual de una vivienda media? Comprueba su eficiencia energética al comprarlo. HÁBITO MUY RECOMENDABLE.
¿SABÍAS QUE… una capa de 5 mm en hielo en las paredes de la nevera incrementa de modo importante su consumo energético? Descongela el frigorífico periódicamente. HÁBITO MUY RECOMENDABLE.
- REEMPLAZA y REPARA. Para mejorar el rendimiento energético de tu frigorífico, recuerda limpiar el serpentín de la parte trasera al menos una vez al año, y mantener limpia la junta de la puerta para asegurar que cierra herméticamente.
- REEMPLAZA. Coloca el frigorífico en zonas bien aireada, evitando mantenerlo “encerrado” o cerca de fuentes de calor. Mejor si mantenemos al menos a 10 cm de otros aparatos y paredes.
- REEMPLAZA y REDUCE. Ajusta el termostato según la época del año. En una escala de 1 a 5, en zonas calurosas suele ser suficiente con mantenerlo entre 3 y 4. Bájalo en invierno, comprobarás que con los niveles más bajos de consumo es más que suficiente para conservar los alimentos. Por cada grado centígrado que bajamos la temperatura el consumo se incrementa un 5%.
– Como intervalos de referencia de la temperatura del frigorífico podemos establecer de 3oC a 7°C, y el congelador entre -18°C y -15°C.
El consumo medio de un frigorífico “combi” con una capacidad de 320 litros útiles con clasificación energética D es de 1,63 kwh/día. Un frigorífico de las mismas características con la máxima eficiencia con calificación energética A, puede llegar a consumir tan sólo 0,94 kwh/año, ahorrando hasta un 42% respecto del primero. Al año podría ahorrar más de 250 kwh, lo que equivale a unos 20 euros/año. La vida útil de los frigoríficos es superior a los 10 años, por lo que podrá ahorrar más de 200 euros. HÁBITO MUY RENTABLE.
- REDUCE. Procura abrir el frigorífico lo menos posible y coge/guarda lo que necesites de una sola vez. No te quedes mirando con la puerta abierta mientras te decides. Se pierde gran cantidad de frío y se incrementa el consumo.
- REEMPLAZA y REUTILIZA. Descongela los alimentos dentro del frigorífico, así aprovechas en frío alma- cenado en ellos. Por el contrario, deja enfriar fuera los alimentos calientes antes de introducirlos.
¿SABÍAS QUE… el 90% de la electricidad que consume una lavadora se gasta en calentar el agua? Selecciona los programas de agua fría, o 30 oC. Evita usar los de 90oC.
- RECHAZA, REEMPLAZA y REDUCE. Para la mayoría de los tejidos resulta igual de efectivo lavar con agua tibia y aclarar con fría, que hacerlo con agua caliente. Limita los prelavados a las prendas muy sucias.
- REFLEXIONA y RECHAZA. Con nuestro clima, la utilización de la secadora puede ser innecesaria, salvo casos excepcionales. ¿Seguro que necesitas una? Plantéatelo.
- REFLEXIONA y RECHAZA. Lo mismo podemos decir del lavavajillas. Como ya comentamos en el apartado anterior con relación al agua, para pocas personas o con escasa frecuencia de uso, es un aparato perfectamente prescindible.
- REEMPLAZA. En cualquier caso, espera a que estos aparatos estén completamente llenos para utilizarlos.
- REDUCE. Ajusta el termostato del calentador de agua según la época del año. Si la calientas demasiado, luego tendrás que utilizar más agua fría para no quemarte al ducharte o lavarte y resulta un gasto innecesario.
- REEMPLAZA. Al igual que hemos comentamos en el apartado anterior sobre la calefacción, resulta más eficiente producir calor directamente por combustión de gas que hacerlo por electricidad. Si puedes, evita los termos eléctricos. Consulta sobre las posibilidades de instalar paneles solares para la produc- ción de agua caliente.
– También son menos prácticos al tener que calentar el agua previamente al uso y, en muchos casos, son menos eficientes al mezclar el agua caliente con la fría al activarse la cisterna de llenado. Además, a veces no utilizas toda el agua calentada, despilfarrando energía.
¿SABÍAS QUE… los termos eléctricos son los segundos devoradores de energía en los hogares que los poseen?
- REEMPLAZA y REPARA. Si tu termo es eléctrico, procura purgarlo cada dos meses para eliminar los residuos que pudieran acumularse en el depósito incrementando así su consumo energético.
- REDUCE. Apaga el termo si no vas utilizar agua caliente, especialmente de noche.
- REEMPLAZA y REPARA. Ya sabemos lo importante que resultan los aislamientos para conservar el calor. Procura recubrir las tuberías del agua caliente con aislantes para Reducir la pérdida de calor hasta su salida por los grifos. Si haces lo mismo con el acumulador de agua caliente o el depósito, si existen, puedes ahorrar hasta un 8% de la energía.
- REEMPLAZA y REDUCE. En cualquier caso siempre es preferible una instalación de agua caliente centralizada, es más eficiente y económica que la individual y además propicia tu acercamiento a los vecinos.
REFLEXIONA, RECHAZA y REEMPLAZA. Al igual que lo comentado para calefacción y calentadores de agua, selecciona cocinas de gas antes que vitrocerámicas y cocinas eléctricas, menos eficientes energéticamente, especialmente éstas últimas.
– Además, tienes que consumir energía en calentarlas que luego se despilfarra dejando la cocina caliente una vez has acabado de cocinar. La cocina de gas te proporciona el calor cuando y cómo lo necesitas, sin efectos de retardo o de acumulación del calor.
– REFLEXIONA. La cocina de gas tiene mayor versatilidad en su uso, no requiere cazos especiales de fondo plano como en el caso de las vitrocerámicas. Desde luego, estas últimas son más fáciles de limpiar, pero también son más delicadas en su mantenimiento y Reparación, además de ser más caras.
- REEMPLAZA. No coloques recipientes en hornillas de mayor tamaño que su base y utiliza las tapaderas y ollas de cocinado rápido. Ahorrarás energía.
- REEMPLAZA. Si tienes jardín azotea o terraza grande, fabrícate una cocina solar. Es muy fácil y barato y ahorrarás energía: infórmate.
REEMPLAZA. El horno eléctrico consume menos energía que el de gas ya que puede estar cerrado herméticamente. Esta es la razón de ser la excepción entre los electrodomésticos con relación a la preferencia de fuentes de calor.
REEMPLAZA y REDUCE. Evita abrir la puerta innecesariamente y Reduce el tiempo e intensidad del precalentado al mínimo. No lo utilices para recalentar o descongelar.
REFLEXIONA. Aunque para pequeñas cantidades de comida el microondas puede ser más rentable que el calentamiento tradicional existe cierta controversia en relación con la salud si estamos muy cerca mientras está en funcionamiento. Infórmate.
REFLEXIONA y REDUCE. ¿Realmente necesitas todos esos mini-electrodomésticos o dan más problemas que soluciones? Observa y analiza el uso real que se le da en otras cocinas. Los utensilios manuales suelen ser al final, muchas veces, más rápidos y cómodos.
¿SABÍAS QUE… algunos de los pequeños electrodomésticos más comunes – como la plancha, la cafetera eléctrica, el microondas o la aspiradora -, consumen entre 2 y 4 veces lo que una lavadora o un frigorífico? No te confíes con su tamaño, controla el tiempo que están encendidos y sé eficiente en su uso.
REFLEXIONA y REDUCE. Utiliza los termos para mantener bebidas calientes durante todo el día – típicamente el café o el té -. Ahorrarás tiempo en volver a prepararlos y energía en recalentarlos REUTILIZA los restos de café y té y mezclados con tierra y turba como fertilizante de macetas o jardines.
En las sociedades industrializadas, el gran cambio hacia la consecución de sociedades más sostenibles en cuanto a lo que en fuentes de energía se refiere, aún está por llegar. Efectivamente, se desarrollan e implantan nuevas y más eficientes tecnologías y se potencian fuentes de energía renovables y menos contaminantes.
Sin embargo, a pesar de la llamada a la moderación de las empresas del sector eléctrico, todo ello se pone al servicio de un sistema económico que reclama cada vez más energía sin plantearse si existe un límite a esta carrera que no podemos ganar. El consumo se dispara batiendo récord cada año, y ante esta perspectiva las soluciones planteadas siguen siempre la misma directriz: hay que conseguir más energía, hay que poner más energía al servicio de consumidor sin restricciones al consumo.
¿No será el momento de plantear un modelo energético alternativo? Ante esta pregunta los más escépticos argumentan: ¿no pretenderéis que volvamos a las cavernas, que retrocedamos en “bienestar” y comodidades? Pues no, no se trata de eso, pero si eres responsable y coherente llegarás a la conclusión de que ha llegado el momento de abrir bien los ojos, pensar críticamente y analizar el cuadro en su conjunto, poniendo en la balanza el peso de los perjuicios sociales y medioambientales que el modelo actual nos está generando.